Proteger los datos y los ecosistemas SaaS se ha convertido en un desafío mayor en la nueva normalidad, porque los empleados ya no se encuentran limitados dentro del entorno supervisado de su red corporativa, y acceden, crean, almacenan y comparten libremente datos empresariales confidenciales desde aplicaciones en la nube a través de sus redes personales o redes de terceros en otros lugares.
La dependencia cada vez mayor de las aplicaciones en la nube, autorizadas o no, dificulta a los equipos informáticos la supervisión de las transferencias de datos no adherentes realizadas por empleados que trabajan de forma remota. Proteger tanto las aplicaciones autorizadas que una organización aprueba para su uso como las no autorizadas que se abren paso en la organización sin aprobación resulta clave para desarrollar una sólida defensa de la seguridad de los datos en todas las organizaciones altamente distribuidas que dan prioridad a la nube.
En la actualidad, existe un sinfín de aplicaciones en la nube basadas en SaaS para realizar cualquier tarea. Pueden incluir desde aplicaciones para tomar notas hasta aplicaciones para compartir archivos, pasando por redes sociales, herramientas de colaboración y muchas otras.
Las empresas no tienen forma de supervisar y controlar a qué aplicaciones se accede y quién las utiliza. El número de aplicaciones de SaaS crece de forma exponencial y muchas de ellas llegan a manos de los usuarios sin el conocimiento explícito ni la aprobación de TI. Las aplicaciones de TI en la sombra transfieren datos confidenciales, lo cual genera brechas de seguridad que exponen a las organizaciones a un alto riesgo de filtración de datos. La TI en la sombra es un problema persistente porque los departamentos de TI no cuentan con visibilidad en cuanto a qué aplicaciones se utilizan exactamente y qué datos confidenciales se cargan o descargan a través de ellas.
Conforme las aplicaciones de TI autorizadas se trasladan a la nube, aumenta el riesgo de poner en peligro datos confidenciales y propagar malware. Lo que esto significa es que los equipos de TI carecen de la información necesaria para ayudar a determinar si la organización se encuentra en riesgo de una exposición de datos o una violación de políticas relacionadas con el cumplimiento.
Las aplicaciones de colaboración modernas como Slack®, Zoom®, Confluence®, Jira® y demás aplicaciones autorizadas son aquellas en las que los usuarios pasan la mayor parte de su tiempo compartiendo información confidencial. Estas habitualmente no se encuentran cubiertas por las protecciones de sus API. Además, cada aplicación autorizada posee su propia configuración para garantizar la forma en que los usuarios puedan almacenar y compartir datos: la configuración y los niveles de exigencia varían según la aplicación.
La detección de datos, a fin de resultar altamente eficiente y, por lo tanto, la mejor de su clase, debe aprovechar una variedad de técnicas de detección para identificar tanto los datos estructurados como los no estructurados.
Si una solución de DLP no puede detectar todos los datos confidenciales de forma altamente confiable, los resultados importarán muy poco, ya que solo ofrecerá una protección parcial y, lo que es más importante, provocará una gran cantidad de falsos positivos. Los falsos positivos pueden interferir con los procesos empresariales estándar y provocar procesos de triaje de incidentes frustrantes y lentos para el equipo de respuesta ante incidentes. Un falso positivo también podría impedir un intercambio de datos entre usuarios legítimos que no sea necesario detener. Una solución de DLP mediocre que no ofrezca una detección precisa y genere demasiados falsos positivos no merece la inversión.
Supervisar los comportamientos de los empleados remotos que suponen un riesgo para los datos confidenciales puede resultar complicado para los equipos de TI y difícil de controlar. Cualquier transferencia de datos a raíz de su comportamiento no conforme puede originar graves violaciones de la seguridad, con lo cual se expondrá a la organización a un alto riesgo de pérdida de datos.
Las brechas de datos se producen cuando una persona malintencionada de la organización exfiltra datos para obtener beneficios personales o provocar alteraciones. Los empleados con buenas intenciones, pero negligentes también son un vehículo importante de la pérdida de datos. Pueden exponer involuntariamente datos confidenciales al transferirlos a través de aplicaciones de SaaS no autorizadas por la empresa y compartirlos de forma excesiva en repositorios de almacenamiento en la nube o enviarlos a terceros no confiables.
La primera DLP empresarial en la nube del sector que protege sistemáticamente los datos confidenciales de todos los usuarios en todas las redes y nubes.
Vea y proteja todas las aplicaciones automáticamente, proteja con precisión todos los datos confidenciales y a todos los usuarios en cualquier lugar y prevenga todas las amenazas conocidas y desconocidas con el primer CASB de nueva generación del sector totalmente integrado en SASE.